domingo, 14 de noviembre de 2010

LA ADOPCIÓN



Por Pilar Alberdi


Pocas veces he visto tan bien explicado un tema como el de las adopciones y las consecuencias, ya sea porque se haya dado en adopción o porque se adopte, como en la película Madres e hijas de Rodrigo García.
La sinópsis de la película podría ser definida del siguiente modo: una madre obliga a su hija de catorce años a dar en adopción a su bebé. La adolescente de 14 años se vuelve con el paso del tiempo una mujer triste que siempre está pensando en su hija dada en adopción, y también en aquel primer amor.
La hija, por su parte, también ha pensado en quién y cómo sería su madre. Y de ese dolor surge su forma de ser.
Por otra parte, una joven desea adoptar un hijo. Cuando por fin lo consigue, necesitará de su madre, para salir adelante. Se podría decir que esta es una historia de vidas cruzadas en las que unas mujeres van dando reconocimiento a otras y sus circunstancias.
No esperen ver esta película sin conmoverse.Les tocará profundamente.
Con el fin de no develar más de la historia, si puedo añadirles que la sinopsis oficial del film en sus últimos renglones, dice: «Un retrato sobre las elecciones tomadas, las oportunidades perdidas y el poder del lazo irrompible entre madre e hijo». Si acceden a este enlace podrán ver algunos vídeos.
Sin duda, el director del film, Rodrígo García, hijo del escritor Gabriel García Márquez tiene voz propia y la muestra con una obra que impresiona por su realismo.
El tema de la adopción se puede ver desde muchos puntos de vista: desde el personal, familiar, social,religioso,jurídico, etc.
Desde la teoría de Constelaciones Familiares se pide el máximo respeto por los padres biológicos porque todo ser necesita conocer su origen y se espera de los padres adoptivos que cumplan un papel de mediadores, no de sustitutos, sino de valedores de una vida ante unas circunstancias adversas o conflictivas.
Desde esta teoría también se piensa que el sitio idóneo en caso de que un niño no pueda estar con sus padres es con los abuelos, tíos o algún pariente cercano si lo hubiera, es decir, que no pierda aquella familia en la que vino al mundo.
Las nuevas políticas de acogida de niños, las organizaciones que se dedican a encauzar estos procesos, respetan en ese sentido al niño y a su familia de origen. Respetar al niño es que pueda aprender a respetarse a sí mismo y a su pasado. Aceptando ese pasado se puede avanzar hacia el futuro.
Muchas veces una persona dispuesta a adoptar un niño no lo estaría para recibirlo en acogida, ya que, generalmente, suele ser provisional. Lo que pasa que para aceptar esta circunstancia, hay que ser muy generoso, y hay que asumir que no viene el niño a cubrir las necesidades de un adulto, sino al contrario.
A veces, los problemas que se presentan en psicología se parecen mucho entre ellos, de hecho se parecen muchísimo, del mismo modo que se parecen las estructuras familiares y los conflictos que en ellas pudiera haber.
Lo mismo que se pide a la familia que recibe a un niño en adopción que respete y valore ante el niño a la familia de origen, así deberían actuar los padres cuando se separan. Sin embargo, muchas veces se ven verdaderas batallas campales. Pero el niño necesita ser respetado en la parte que de ambos progenitores tiene: en la del padre y en la de la madre y en la visión que pueda tener de ambas familias de origen. Este reconocimiento es necesario para que pueda hacer su vida.
Personalmente pienso que las personas que hacen donaciones (semen, óvulos...)deberían reflexionar con profundidad sobre ese hecho. ¿Lo hacen por ganar un dinero, por hacer feliz a alguien? ¿Y qué hay de esa nueva vida? ¿Cómo se le explicará lo ocurrido si es que se le explica? ¿Cómo se le dice quién fue un padre del que se desconoce todo? A veces, en ese no poder decir, también está todo dicho.
Las mujeres jóvenes que abortan también deberían poder reflexionar sobre ese hecho, tener al menos una oportunidad para poder hacerlo, porque se parece mucho (aunque sea diferente) al de las madres que dan un hijo en adopción. Se parece porque en el futuro, estarán pensando en el hijo que abortaron porque creyeron que era lo mejor. Yo he escuchado a muchas mujeres decir cosas similares a estas que voy a repetir aquí: «Me pregunto si habría sido una niña o un niño, si tendría mis ojos o los de mi pareja...» Y van calculando los años que tendría, y nunca cesan de dar forma a aquel ser en su imaginación, y se preguntan qué nombre le habrían puesto, y cómo sería de alto, y qué gustos tendría, qué estudios, qué aficiones...» Todo son preguntas,un recuerdo permanente a una vida que no tuvieron nunca entre sus brazos.
Los problemas que la vida nos presenta no son tan simples como a veces creemos. No tienen soluciones fáciles. Pienso que ver películas como Madres e hijas de Rodrígo García, nos abre la mirada a este tipo de cuestiones y nos ayuda a profundizar en ellas para comprenderlas mejor.

2 comentarios:

  1. Pilar, sin duda la veré... Me encantó tu post !
    Fernando

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  2. Enhorabuena por su blog, soy profesional de la salud mental desde hace 12 años y recientemente, he finalizado mi formación sistémica. Ha cambiado mi forma de ver mi profesión totalmente. Por ello, he publicado un blog que relaciona la terapia sistémica y la salud mental en un centro de día. Si lo quiere visitar está en http://esquizofreniayterapiafamiliar.blogspot.com/ y en facebook tiene su sitio en
    http://www.facebook.com/pages/Esquizofrenia-y-Terapia-Familiar/168617123171571
    Saludos

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